PLAZA MAYOR DE SALAMANCA
La Plaza Mayor de Salamanca se encuentra en el centro de la ciudad y con el paso de los años se ha convertido en el centro de vida social principal de la ciudad. Su estilo es barroco y fue construida durante los años 1729 y 1756. Sus trazos principales fueron realizados por el arquitecto Alberto Churriguera y con el paso del tiempo se fueron dando una serie de retoques sin cambiar las líneas generales de la misma. A grandes rasgos siempre ha sido igual, lo único que se ha eliminado ha sido el quiosco de música central, los jardines y los urinarios públicos para así poder dejarla diáfana y sin nada que entorpeciese en el medio. Ha sido proclamada BIC (que significa Bien de Interés Cultural) en el año 1973.
La plaza mayor de Salamanca stá hecha a base de piedra arenisca, o más bien conocida como piedra de Villamayor para la gente que vive en Salamanca o sus alrededores. El nombre de Villamayor le proviene que dicha piedra se extrae (entre otros sitios) de un yacimiento que se encuentra en un pueblo cercano a Salamanca que se llama Villamayor. Su suelo es de granito gris procedente de las canteras de Carbellino.
En la plaza de Salamanca podemos encontrar numerosos bares y terrazas así como restaurantes. Es el centro de la ciudad y en ella se encuentra el Ayuntamiento en su cara más frontal. Con su 250 aniversario de diseñó un programa cultural conocido con el nombre de “Salamanca 2005: Plaza Mayor de Europa” y se realizaron numerosos espectáculos para conmemorar su cumpleaños. Ha sido nombrada una de las Plazas Mayores más bonitas del mundo y es todo un icono de la ciudad. Si se va de visita a Salamanca es una parada obligatoria aunque no será muy difícil ir a verla ya que si paseamos por el casco viejo de la ciudad nos toparemos con ella.
Uno de los detalles curiosos es que no es un cuadrado perfecto y ninguna de las fachadas mide lo mismo. Aproximadamente cada fachada mide unos 80 metros, pero como hemos dicho ninguna es igual. En total cuenta con 88 arcos de medio punto sobre los que se pusieron unos medallones con el rostro de personajes ilustres de la historia. Entre ellos el más polémico es el de Franco que cada cierto tiempo requiere de su limpieza debido a que los vándalos arrojan pinturas, huevos y demás guarrerías sobre él.